Material Escolar: el despilfarro de todos los años

Sirva de precedente que el colegio público donde están escolarizados mis hijos es excepcional y las familias de la zona se disputan cada plaza libre todos los años. Cada curso los padres cuentan con la satisfacción de saber que los pequeños de la casa disfrutan de un centro escolar con unos profesores entregados que, a pesar de las apreturas a que los somete la Consejería, salen airosos con los recursos de que disponen.

Por este motivo, no hablo de nuestro colegio en particular sino del sistema de petición de material escolar que cómodamente se ha instalado en nuestro país de forma generalizada. Apartemos de esta opinión a la franja de Educación Infantil y colegios privados. Me refiero en concreto a la educación pública de Primaria.

Cada año nos piden un sinfín de material para cada hijo. Si ya es irracional para uno, imaginemos las familias que tienen que equipar a varios.......una locura. Los motivos que se dan para justificar dichos listados son:

• los niños pierden gran cantidad de elementos.
• se gastan
• los niños deben hacerse responsables. Para ello, si pierden algo el maestro le proporciona un recambio viejo durante un tiempo y cuando estima oportuno se repone nuevo material para toda la clase.

Entre las cosas que se solicitan y como ejemplo podemos citar:

• 10-12 lápices Steadler HB2. A mí un lápiz me duraba un curso entero. Y escribía, vaya si escribía....hasta los enunciados me hacían copiar.
• 3 sacapuntas. Cuando empecé BUP todavía tenía en mi casa un sacapuntas de 2º de EGB. ¿¿¿¿¿¿Cúantos lápices hay que afilar para que se gaste un sacapuntas??????
• 10 gomas de borrar Steadler. Según las tarifas de este año, son 10 eurazos en gomas de borrar. En mi caso 20 euros claro, porque son dos niños. Yo compraba una goma Milán, que cuestan menos de la mitad y que borraban tan sumamente bien que nadie compraba otra marca. Pero es que además eran eternas, si te descuidabas terminabas 5º de EGB con la misma. Se ponían redonditas, redonditas...............
• 3-4 paquetes de ceras Plastidecor. Y además creyones, rotuladores.....eso sí que no se gasta ni proponiéndoselo, no hay tiempo. En 2º de EGB mis ceras estaban más que utilizables aunque les había salido una costra negra de manusearlas con mis manos infantiles. Mi madre las raspó un poco y ¡hala! ceras como nuevas.
• 2 tijeras.........¿recortan a dos manos?
• y así podemos seguir enumerando.

Sin embargo, este año mi marido y yo hemos decidido poner punto y final a esta situación. Y no es que no vayamos a comprarle las cosas. Mis hijos llevarán todo lo que su maestro le ha solicitado para que puedan realizar su tarea, pero:

• si los niños pierden el material........en algún sitio estará, no?en el suelo o en otra parte. Si el proceso de ganar responsabilidad a través del cuidado del material se estuviese llevando a cabo, lo lógico es que lo recojan del suelo cuando se les caiga. Está claro que a nadie le importa lo que se cae o se extravía.
• RESPONSABILIDAD. Obviamente, "como hay un arsenal de lápices lo que le pase al que tengo ahora me importa bien poco". Eso es más o menos la información que subjetivamente le estamos transmitiendo a nuestros hijos. Dista mucho de una actitud mínimamente responsable. Lo primero que tengo que decir, y siempre bajo mi humilde opinión, es que desde luego su método no funciona. Antes te compraban una unidad de cada cosa y te duraba años; ahora compramos todo multiplicado por mucho y al año siguiente no queda ni rastro. Si se trata de hacerse responsable, está claro que los niños pasan a Secundaria sin haberlo conseguido. Y es que claro, cuando las cosas se pierden, ¿quién lo pierde? pues...."los niños"......"la clase"......todo muy general y desdibujado y ¿por qué?  porque a fin de cuentas el material no es de nadie, es de todos, de la clase, y como nadie pide explicaciones en casa sino que resoplamos y nos conformamos pues da igual. Total, "qué importa si pierdo la goma.........tengo 9 más".
• 2ª CUESTION DE PESO: los maestros no son EDUCADORES, son INSTRUCTORES. Y bastante tienen ya con eso. Con todo, se vuelcan absolutamente en los niños pero la educación se recibe en casa, al colegio se va a aprender y a socializarse. A una persona que tiene que enseñar diversas materias a una clase de niños menores de 11 años, cada uno con un nivel de aprendizaje y últimamente pasadas de número de alumnos por las exigencias de la situación económica, no se le puede pedir que además esté pendiente de lo que cada pupilo hace o deshace con las pinturas. Personalmente no se me ocurre delegar la educación de mis hijos en nadie, porque es mi obligación y también mi derecho. Y no es que critique a nadie, es que creo que se confunden los límites y muchas veces los padres exigimos o damos por hechas lecciones que son de nuestra competencia porque suponemos que las recibirán en otra parte o por otros motivos. Una cosa es que el profe ponga paz si los alumnos discuten por alguna cuestión pero desde luego, quien controlará a partir de este año si el niño hace un buen uso de su material soy yo, SU MADRE.
• plantamos un precioso arboreto y colocamos contenedores de reciclaje en el cole, les recordamos que hay personas pasando penurias y que los recursos son limitados pero compramos lapiceros a espuertas para que puedan permitirse destrozarlos y/o perderlos alegremente. ¿¿??  Los arbolitos deben quedarse perplejos. Incoherente como mínimo. Cada año contribuimos al saqueo y desperdicio inútil de los recursos del planeta.....y nos quedamos tan panchos.
• lo de que se gasta...........pues sí, claro, las cosas se gastan del uso, pero es imposible que por consumo lleguen a usar tal barbaridad de material. Mis hijos pintan sin cesar durante toda la tarde, veo los trabajos que traen a casa del cole, incluso se rompe alguna cera, se les secan algunos rotuladores,etc....Y aun así no existe semejante desgaste.
• para colmo tengo que comprar material extra para que pueda hacer la tarea en casa.

Sé que son muchas las familias que opinan igual pero que cada año siguen entregando las bolsas repletas porque claro, como todo el mundo lo hace cómo no lo vas a llevar tú también.....Ya estoy harta de ver una situación que claramente no está bien, por muchos motivos, y terminar dejándome arrastrar. Este año no.

Pues bien, yo ya le he preparado a mis peques su estuche, con todo lo que se le ha pedido llevar este año para que no le falte de nada y le he explicado muy bien que aunque los demás tengan su material en clase ELLOS YA SON MAYORES y deben transportar su propio material, haciéndose responsable del mismo, de conservarlo, cuidarlo y de su pérdida si ocurriese. Además, dejarán en clase aquellos materiales que han de quedarse allí (folios, carpetas, cuadernos, cartulinas). Sin embargo, este curso podré premiarles cuando cuiden sus cosas reforzando la actitud positiva y podré corregir el comportamiento negativo, hablar sobre ello y explicarle el por qué de las cosas. Quiero tener la oportunidad de enseñarle, de reforzar sus logros, de que sientan que ellos también colaboran con la familia y que su actitud contribuye a mejorar el bienestar de todos.

Eso es responsabilidad en los niños.
Eso es gasto responsable de los adultos.
Eso es inversión racional.
Eso es aprovechamiento de recursos.
Eso es respeto por el medio ambiente.
Eso es alivio para las familias.
Eso es posibilidad de dotar a todos tus hijos.
Eso es lógico.

Soy una hija de la EGB, que nació en una familia humilde con 3 hijas a las que atender. Mis padres compraban cada año con mucho esfuerzo cada lápiz que utilizaba. No tenían mucho pero no nos faltó nunca nada. Siempre tuve lo necesario para realizar mis actividades pero no por triplicado. Recibí una formación de gran calidad. Aprendí el trabajo que se necesita para conseguir comprar los libros, ví el esfuerzo de mis padres para traer a casa cada peseta y cómo lo gastaban en la educación de sus hijas quitándoselo de cualquier otra cosa para ellos. Hacerme responsable de aquel tesoro que con tanto cariño ponían mis padres en mi mochila tan sólo fue la respuesta natural de un hijo agradecido y consciente. Han pasado 25 años y me pregunto por qué no pueden aprender mis hijos la misma lección que me dieron a mí mis padres, de respeto por lo que tenemos y por el trabajo bajo el sol para poder conseguirlo.