Nunca me ha superencantado Snow White ni he pretendido ser la princesa de la manzana pero hay algo que desde la primera vez que la ví me llamó especialmente la atención y que destacaba sobre otros personajes Disney: su piel perfectísima y luminosa. Por algo su madre la llamó así. La piel clara, limpia de impurezas y sin rastro de daño solar es decir, manchas, lentigos, etc se impone como señal de lozanía y salud. Podría valerme la piel tan preciosa que tenemos cuando somos bebés. Pero claro, luego el sol empieza a hacer de las suyas, las hormonas, maquillajes, polución....y al final poco rastro queda de la uniformidad del tono, jugosidad y luz. De hecho los bronceados extremos están demodé e incluso se conoce a estas personas como tanoréxicas. Valentino Por ello las últimas tendencias en cosméticos (fiebre diría yo) insisten en eliminar manchas de la piel ya que es algo que envejece muchísimo. Para ello se utilizan diferentes compuestos como ácido salicílico, glicólico, etc...